No permitas que un accidente te arruine las vacaciones de navidad: la TSE no es suficiente
¿Qué vas a encontrar?
La Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) es, sin lugar a dudas, uno de los lujos de nuestra sociedad. Nos permite viajar a países de dentro de la Unión Europea y ser atendidos de la misma manera que los residentes de dichos países. Y es esa misma premisa la que es un arma de doble filo, dado que la cobertura sanitaria no es la misma en todos los países de la Unión Europea. Por esta misma razón, porque la TSE es una gran ayuda, pero no te ofrece una cobertura completa, lo recomendable es hacerse con un seguro de viaje internacional.
Piensa que te encuentras viajando con tu familia o con tu pareja. Piensa que estáis en ese viaje que llevabais planeando varios meses. Esa Nochevieja en Grecia, la nochebuena en Berlín… Todo tiene que ser perfecto para la ocasión, pero por mal que suene no siempre podemos controlar todas las variables de un viaje. Un pequeño accidente, el extravío de una maleta o una enfermedad que aparece sin aviso alguno a pocos días del viaje. La TSE no se ocupa de ninguno de estos casos. Pero si aún te queda alguna duda no te preocupes que a continuación te lo explicamos todo. Aquí van las tres razones principales por las que siempre sale a cuenta contratar un seguro de viaje internacional para moverse por Europa.
La Tarjeta Sanitaria Europea no cubre todos los destinos
Podrá parecer una obviedad, pero merece la pena recordarlo. La Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) solo funciona en Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría Irlanda, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumanía, Suecia y Suiza. Es decir, que, si tenemos pensado viajar a algún destino que no sea éstos, no podremos acceder a la asistencia sanitaria. En cambio, puedes contratar un seguro de viaje internacional para todos los destinos del mundo.
La TSE solo cubre la asistencia sanitaria
La Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) es toda una conquista y como sociedad deberíamos sentirnos tremendamente orgullosos de que exista algo tan beneficioso. Ahora bien, la TSE solo nos servirá en caso de necesitar asistencia médica. Y como todos sabemos, un viaje está abierto a infinitud de sorpresas y eventualidades de la cuales, las que tienen que ver con la sanidad, solo son una parte. Además, incluso en los asuntos sanitarios, las coberturas no son completas. Por ejemplo, la Tarjeta Sanitaria Europea, no cubre la repatriación. En cambio, con un seguro de viaje, si la enfermedad se agrava, te traen de vuelta a casa. O, en su defecto, se hacen cargo de los gastos para que un familiar pueda ir a acompañarte.
Como decíamos, un seguro de viaje internacional ofrece otras muchas coberturas que garantizan la tranquilidad mientras te mueves por el mundo. Hay que tener en cuenta que durante el viaje pueden ocurrir una serie de eventualidades inesperadas como extravíos de equipajes, robos, demoras o confusiones con el trasporte, gastos inesperados y molestias inoportunas. Todos estos inconvenientes y otros más son los que los planes de Coverontrip Seguro de Viaje diferente cubren.
Además, te ponen a tu disposición un teléfono de atención al cliente al que podrás llamar las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana, estés donde estés. En él serás atendido en tu idioma y podrás, no solo gestionar los partes o los problemas que surjan, sino que recibirás asesoramiento y ayuda.
No te libra de pagar
La Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) no te eximirá de pagar gastos médicos en muchos países de la Unión Europea. Pensemos un segundo en cómo funciona. La TSE da derecho a recibir atención médica con las mismas condiciones que los ciudadanos del país de destino. Esto es una garantía en muchos casos, pero no en todos. Aunque estemos cubiertos, hay que recordar que el trato que recibiremos no será el mismo que el que recibiríamos en España. Aquí la sanidad es universal y gratuita.
En cambio, hay numerosos países de la Unión Europea en los que hay instaurado un sistema de copago. Esto quiere decir que el usuario ha de pagar un parte de los servicios que le serán prestados. Esto ocurre en países como Finlandia, Irlanda, Portugal, Suecia, Austria, Bélgica, Francia, Luxemburgo, Países Bajos e Italia, entre otros. Para recibir asistencia en alguno de estos lugares es necesario abonar una tasa para algunos servicios como pueden ser urgencias, un ingreso en el hospital o, sencillamente, por recibir atención primaria.
Por poner un ejemplo que nos pilla cerca, en Italia la visita a una especialista cuesta diez euros y una falsa urgencia, es decir, todas las visitas a urgencias que no acaban en hospitalización, cuestan veinticinco euros.